viernes, 4 de diciembre de 2009

París a Bruselas













Me han dado un asiento de pasillo y mirando al revés de la dirección del tren. Lo cual me da la oportunidad de ir al pasillo y ver el paisaje desde allí :-)

El único Thalys que había cogido hasta el momento fue de Colonia a París cuando me fui a vivir a Bruselas en octubre de 2008. Llegué a la estación de Colonia sin billete y la cola casi no me deja comprar para el siguiente que salía a Bruselas... El que finalmente no pude comprar porque no me hacían descuento en ese y me salí muy caro. Me tuve que esperar al siguiente (por lo que llegué tarde al curso de formación en Flandes). Cuando subí al tren, en los asientos había enchufes, y pensé “Bueno, por lo menos la espera ha merecido la pena”. Me puse a ver una película en “el portátil tranquilamente y mientras tanto llegó una azafata ofreciéndome chocolatinas. El vagón estaba vacío y tenía cuantro asientos para mí solo. Hasta que pasó el revisor y me dijo que eso era primera clase y mi billete era, por supuesto, en segunda. Mi nuevo asiento estaba en un vagón lleno hasta los topes, en pasillo y mirando a otra persona... Recuerdo pasar por Liége, que desde el tren se veía oscura y gris, y pensar “Que viaje tan miserable!”.

El tren ofrecía Internet (6 euros la hora), así que ahora he vuelto a mirar si éste lo ofrece. Parece que no hay Internet pero Thalys ofrece Internet gratis a los viajeros de primera clase. Antes de la salida he comprado el billete de vuelta de Colonia y París y no había en segunda, pero con mi descuendo en primera no me salía tan caro. Así que a la vuelta tendré Internet gratis en el tren :-)

Me acabo de acordar que todavía no he desayunado...Me queda todavía un montón de comida “de viaje”. Me apetece comerme un gofre belga cuando llegue, algún bombón y una cerveza... Eso es Bélgica para mí! ;)


París es para mí una encrucijada. Pasé muchas veces en avión en escala a Johannesburgo, así que tiene un significado especial. Nunca visité la ciudad mientras vivía en Swazilandia; sólo conocía el aeropuerto Charles de Gaulle, y el Hotel Sofitel que me dieron la primera vez que viajé a África, cuando cancelaron mi vuelo... Qué recuerdos! Al día siguiente 16 horas en una habitación con juguetes y películas de Winnie de Poo en francés para niños... Y 24 horas más tarde... África!

La primera vez que visité París de verdad fue en febrero de 2008 cuando volví de Madagascar. Me quedé tres días en un youth hostel y visité la ciudad. Practiqué francés. Y hoy me he vuelto a dar cuenta lo mucho, a mi sorpresa, que me gusta hablarlo aunque sea para preguntar direcciones. También me sorprende acordarme de tantas cosas, puesto que hace mucho que estuve en Madagascar y nunca lo he vuelto a practicar desde entonces. París me gustó mucho, como decía Chiara, es una ciudad hecha para impresionar. Nunca pensé que me gustaría tanto, y ha sido grato volver, aunque sólo sea de pasada. Y por tanto esta entrada está dedicada a Aude Esperándieu!  

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